Un retiro llega cuando estás conectada en el presente, la necesidad de parar surge

Este encuentro es para poder llegar al fondo. Si queremos ver el color de la estrella de mar tenemos que sumergirnos debajo del agua. Para hacer eso, hay que coger aire y llevar el impulso del cuerpo hacia la profundidad. Volcamos la cabeza hacia adelante, impulsándonos hacia donde sentimos que hay resistencia. Con los pulmones llenos de aire el cuerpo tiene más dificultad de sumergirse, además, la fuerza de la gravedad se hace patente. Aun así, queremos ver el color de la estrella de mar.

Parar, coger aire, darte impulso hacia dentro y ver algo tan mágico, eso es nuestro retiro de verano. Puede que de primeras puedas sentirlo "en contra" la dinámica que llevas en el día a día, pero el resultado ya sabes cuál es. O, si no lo sabes, esta es tu oportunidad. Seguro que ya intuyes que donde hay esa resistencia, ese dolor, allí encontrarás algo que te va a liberar.

Nuestro retiro de verano consta de tiempo necesario, siete días de parada. Poner freno, estar en silencio, es necesario para coger aire. En estos días ofrecemos un espacio meditativo que te permita experimentar y descubrir como es tu funcionamiento, ver donde te pones los nudos y sentir donde guardas la capacidad de deshacerlos. 

Nos dedicamos un día entero a cada familia búdica y estaremos en un entorno que facilita ese contacto con nuestra esencia, estar en la naturaleza es nuestro mejor hábitat para zambullirse en nuestras energías

Por otra parte, este retiro forma parte de la Formación Mandala Vital, pero como en los otros trimestres, puedes participar de manera independiente a las otras formaciones. No hay ningún requisito previo. Solo las ganas de ver el color de la estrella de mar.

Así pues, aunque no tenemos ni fechas ni lugar exacto, esto es nuestro retiro de verano.